dilluns, 12 de juliol del 2010

Las mentiras de Andrés Martínez Castellà

Hace unos días hablábamos de las sistemáticas mentiras de J. Romualdo Forner Simó, concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Peñíscola. Esta vez ha sido el propio Alcalde, Andrés Martínez Castellà el que ha repetido las mentiras. Parece que alguien está jugando con el lema de Goebbels, diciendo aquello de que una mentira repetida acaba siendo una verdad. Como se dice lo mismo, colgamos aquí de nuevo el post anterior. Y, por cierto, declaraciones ambas en la prensa amiga... ¿por qué será?

LAS MENTIRAS DE J.R. FORNER SIMÓ
"El concejal de Urbanismo de Peñíscola sigue obsequiándonos con nuevas falsedades sobre el Plan General que ayer aprobó en solitario el grupo del PP. En concreto, en la edición de hoy del periódico Mediterráneo encontramos:http://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/noticia.asp?pkid=576146
"El edil de Urbanismo recordó que Peñíscola sigue regida por un Plan General
“totalmente obsoleto de 1977”, y defendió que la propuesta de revisión obedece a
criterios de sostenibilidad. En una de sus intervenciones, expuso que el plan
tenía 7.880.550 de m2 de suelo urbano, por los 5.532.800 del actual. En cuanto
al terreno urbanizable, se pasa de 35.658.000 m2 a 16.975.000. “Y en suelo
protegido, de 0 pasamos a 42.396.000, el 53,82% del total”. Otro dato fue la
rebaja de la edificabilidad en los polígonos. H"
Solamente hace falta comparar estas declaraciones con los documentos escritos del propio documento de Revisión del Plan General expuesto en 2008 (que apenas ha tenido variaciones) y que podemos contemplar en la web municipal todavía en http://www.peniscola.org/ca/urbanisme/355/nou-pgou---revisio.html. En el Documento del Estudio de Impacto Ambiental, tomo 1, página 29 en formato papel, encontramos la tabla que reproducimos. Como puede observarse, no coincide ni una cifra de las que proporciona el Sr. Concejal de Urbanismo.O bien el Sr. J.R. Forner Simó, concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Peñíscola, desconoce el documento que ha aprobado o simplemente se inventa las cifras, mintiendo de forma sistemática y descarada.
Pocos argumentos quedan para defender este documento cuando sus autores recurren a tan burdas mentiras.