dilluns, 31 d’agost del 2009
Presentación de la I Marcha por el Desarrollo Sostenible en Peñíscola
Descargar comunicado:
- en castellano:
http://www.scribd.com/doc/19254824/Comunicado-3182009
- en valencià:
Comunicat 31-8-2009
dissabte, 29 d’agost del 2009
I Marcha por el Desarrollo Sostenible en Peñíscola
Cartel
INSCRIPCIÓN
Para participar en la marcha es necesario inscribirse previamente entre el día 1 de septiembre y 3 de octubre. Las plazas están limitadas a 300.
Lugares de inscripción (Presencial)
- Hotel Restaurante Bodegón 2000
Avda. Papa Luna, 77 (Peñíscola)
- PATFOR
Avda. Joan Carles I, 22 (Benicarló)
- EuroHogar
Avda. Estación, 14 (Peñíscola)
Inscripción por internet
Basta enviar un correo electrónico a avacamivell@gmail.com. En este correo electrónico debe figurar el nombre, apellidos y DNI del participante y un número de teléfono o móvil.
Teléfono Información: 964 827 410
Interior tríptico
Descargar tríptico:
Cubierta:
http://www.scribd.com/doc/19220927/Cubierta-triptico
Página interior:
http://www.scribd.com/doc/19221062/Interior-triptico
Póster:
http://www.scribd.com/doc/19221151/Cartel
Los objetivos de esta marcha son:
1. Conocer los efectos sufridos en el paisaje a causa del urbanismo practicado en Peñíscola en los últimos años.
2. Conocer de primera mano el proyecto de Plan General propuesto por el Ayuntamiento.
3. Hacer deporte y conocer nuevos entornos.
Artículos publicados en 7 dies
Artículo 1º: Sobre la edificabilidad que baja de detrés de las Atalayas a la orilla del mar:
http://www.scribd.com/doc/19220758/Articulo-1-PGOU-1392008
Artículo 2º: Sobre el criterio de adscripción que favorece a los propietarios de edificaciones, a los propietarios de más de 150.000 m2 y a quien primero se entere:
http://www.scribd.com/doc/19220845/Articulo-2-PGOU
dilluns, 10 d’agost del 2009
Opinión: "La destrucción de Peníscola".
Aquel encanto pueblerino a la sombra de los muros de la fortaleza de los Templarios se ha hecho añicos. La perspectiva que se alcanza ahora desde el torreón de ese castillo, que acogió al Papa Luna allá por el año 1414, es algo insólito, al haber destrozado por completo el bello paraje de antaño.
Peníscola, el lugar histórico más relevante de nuestra costa mediterránea, ha sido mancillada al no respetarse todo su entorno.
Absolutamente contrariado por lo que he podido constatar, me pregunto sin hallar respuesta, cómo la codicia de algunos, la permisividad de los que lo han consentido, y la inconsciencia de muchos de los que compraban su segunda residencia en ese histórico lugar, han hecho posible que Peníscola llegara a esta situación sin sentido.
Si los muros de su castillo hablasen y el sonido del oleaje del tranquilo Mediterráneo que llega hasta sus playas, pudieran transmitirnos su inmensa decepción por lo que los intereses creados han destruido en el incomparable marco de su entorno, cuantas cosas nos narrarían sobre el “magnicidio” histórico cometido en este bello lugar de la costa levantina.
Si en Toledo, Ávila y otros lugares de nuestro patrimonio no hubieran actuado en el pasado siglo XX con sentido común, hoy no podrían ser visitados con la dignidad con que se hace. Allí se cerraron las puertas a los especuladores del suelo y con ello evitaron la auténtica destrucción de su pasado histórico.
¿Por qué en Peniscola no se actuó de igual manera?
Lo primero que se me ocurre pensar, es que los máximos responsables que tenían la obligación de preservar esa riqueza monumental, no lo han hecho a lo largo de las últimas seis décadas. Para la historia esos sesenta años es un soplo, pero para los seres que visitan esa villa, son muchos años.
Las instituciones son las responsables de mantener con dignidad el patrimonio nacional. Parece que se han olvidado a lo largo del tiempo de que tanto el famoso castillo, como las murallas de Felipe II, el Portal de San Pedro de Luna que lo mandó construir el mismísimo Papa que habitó el castillo y el templo de Santa María de Peñíscola, donde fue nombrado obispo Alonso de Borja o Borgia, que fue designado Papa con el nombre de Calixto III y muchas más cosas de relevancia histórica, merecen un entorno digno y no en lo que hoy se ha convertido aquel lugar lleno de chiringuitos, apartamentos por doquier, hoteles, pubs nocturnos y un largo etcétera del turismo de pandereta, que no guarda respeto alguno a un pasado digno de mayor suerte, y que en definitiva, ha contribuido al deterioro y a la postre a la destrucción de parte de nuestro propio patrimonio cultural.
Al regresar de camino a Zaragoza, y observar en un día claro allá al fondo unas siluetas que bien pudieran ser “nuestros Pirineos”, pienso lo que descubrí no hace mucho (en uno de esos viajes frecuentes a Panticosa, Broto, Jaca, etc.) la invasión del cemento en forma de apartamentos, que desde hace diez o quince años de manera progresiva avanzan hacia una destrucción de la naturaleza, en definitiva, de ese patrimonio de Aragón, sin que apenas nadie levante la voz para impedirlo.
Viniendo como vengo de escocido tras mi retorno a Peníscola, medio siglo después, sólo me faltaba pensar en la serie de barbaridades que se vienen cometiendo aquí en Aragón. “¡Salvemos las montañas!” es un grito de rebeldía que todos hemos oído para detener hoy esa irresponsabilidad. Mañana será tarde.
Juan Perpiñá. Publicado en Crónica de Aragón